02 Jun ArtSurfCamp, el día en que fuimos los Beach Boys
Sábado 23 de mayo, 10:15 de la mañana. Hoy algunos de los bloggers asociados a GaliciaTB tenemos una cita ineludible y que ha creado mucha expectación. Y yo, que me he pasado más de media vida deseando hacer lo que vamos a hacer, llevo emocionada una larga temporada, más o menos desde que me enteré de que la escuela de surf ArtSurfCamp, en Razo, Carballo, nos ofrecía un blogtrip para subirnos a una tabla a tratar de cabalgar olas.
Poco a poco todos vamos llegando a la playa de Razo, unos bostezando más, otros menos, pero lo que está claro es que casi ninguno ha dormido demasiado el día antes: bien por nervios, bien por insomnio, bien por haber salido más de la cuenta la noche anterior. Nos tomamos un cafecito para entrar en calor y para despertar mientras nos hacemos a la idea de meternos en el agua con el frío que hace y lo nublado que está el día. Pero somos fuertes, hemos madrugado para hacer surf y surf vamos a hacer, caiga quien caiga.
Afortunadamente, el tiempo se pone de nuestro lado y poco a poco empieza a hacer más calor, las nubes se levantan y también nuestra emoción, que va en aumento por momentos. Enfundarse el traje de neopreno, o quizás habría que precisarlo un poco más y utilizar el verbo «introducirse», hace un poco el efecto contrario y el esfuerzo sobrehumano de introducirnos en esos trajes que tienen que ir más ajustados que la propia piel nos deja agotados ya antes de empezar. ¡Y ahí es cuando lamentamos haber faltado tanto al gimnasio…!
Cogemos nuestras tablas y allá vamos, más nervios, pero más ganas si cabe. Aprendemos a ponernos de pie sobre la tabla y somos unos fenómenos: lo hacemos todos genial. Ya nos visualizamos en el agua poniéndonos de pie y haciendo piruetas, pero… es cierto, lo hacemos todos genial EN LA ARENA. ¿Seremos capaces de hacerlo igual de bien cuando nos metamos en el agua, la tabla se empiece a deslizar y el elemento bajo nuestros pies no pare de moverse como si su intención fuese desestabilizarnos a la primera de cambio? Obviamente no, no en el primer intento, o en el segundo, o en el tercero, pero, ¡qué importa! Las risas están garantizadas, las caídas también, así como los litros de agua que nos tragamos a cada ola que pasa. Los brazos empiezan a doler de tanto remar y nos llevamos algún que otro golpe tonto contra las tablas de otros compañeros que están luchando tanto como nosotros por ponerse en pie, aunque sea medio segundo, pero por alguna extraña razón, no podemos parar, es adictivo, es divertido y durante un rato volvemos a sentirnos como niños.
La pausa para comer y beber algo con esa mezcla de cansancio y felicidad acumulados nos llega como agua de mayo, aunque una vez quitado el neopreno y llenado el estómago se hace muy difícil volver a ponerse el traje (húmedo todavía) y pensar en meterse de nuevo en el agua… Pero lo hacemos, aunque esta vez tenemos un problema: el mar debe estar harto de aguantar a unos novatos y se dedica a pelear para echarnos fuera. Las olas vienen constantemente, el viento sopla sin parar y para unos «profesionales» del surf como nosotros esto supone más caídas, más intentos inútiles de ponernos de pie y más golpes tontos contra el resto de compañeros. Muchos desistimos, vemos el mar demasiado agitado para lo torpes que somos, así que nos dedicamos a observar desde la arena a los que resisten hasta el último momento, a los que le dicen al mar que se vaya a molestar a otros, que a ellos no los va a detener ni una ola, ni dos, ni ocho seguidas.
Cuando ya el cansancio y el frío han hecho mella en nosotros, llega el punto final de este día pasado por agua con una ducha calentita, una buena merienda para reponer energías y un repaso teórico a lo que hemos aprendido, que muchos esperamos volver a poner en práctica lo antes posible. Gracias a Art Surf Camp hemos pasado un día divertidísimo, donde nos hemos sentido torpes y patosos, pero donde hemos disfrutado como enanos y más de uno hemos jurado que volveremos a hacerlo. Y así será.
Podéis seguir leyendo más sobre esta experiencia en los blogs de alguno de los participantes:
- «Un día de surf con Art Suf Camp en la Playa de Razo» por Demiku.es
- «Carballo. ArtSurfCamp y Praia de Razo» por Tales of a Wanderer
- «Como aprender a hacer surf en Galicia» por Viajando|Imágenes y Sensaciones
Ex alumnas del Máster en Periodismo de Viajes de la UAB nos hablan de viajes y periodismo desde diversos rincones de España, México y Colombia.
SienteGalicia
Posted at 10:58h, 19 agostoNos ha encantado el post, las imágenes y la experiencia!! Qué envidia! Nosotras para hacer surf recomendamos la Playa de Bastiagueiro (en Oleiros) porque no tiene corrientes marinas ni fondos rocosos y cuenta con una longitud de 580 metros de arena blanca.
Un saludo 🙂