Postales desde Vilariño de Conso

Postales desde Vilariño de Conso

Decir que Vilariño de Conso es un gran desconocido es quedarse corto. A un paso de O Invernadeiro y Manzaneda, y con uno de los Entroidos más icónicos, ni siquiera los grandes viajeros conocen esta zona de Ourense. Y eso que está en una zona privilegiada que hace las delicias de los amantes de la naturaleza y la fotografía por igual.

Pero, ¿por qué merece la pena ir hasta allí? Os lo contaré a través de estas postales de nuestro fin de semana descubriendo Vilariño:

1.- Llegar a Vilariño de Conso

Llegar a Vilariño no es fácil. Tampoco es que sea excesivamente complicado: casi en el límite de la provincia de Ourense, partiendo de A Gudiña arranca una carretera de montaña de paisajes increíbles y curvas continuas en la que la velocidad máxima no llega a alcanzar los 70 kilómetros por hora. Una joya para los sentidos, pero frustrante si vas con prisa, ya que te incita a parar a cada rato para fotografiar los embalses, los prados, algún rebaño solitario… o estos pasos excavados en la roca.

Puede que sean los 20 kilómetros que más he tardado en recorrer en los últimos 5 años. A la ida y a la vuelta. Vais avisados.

Senderismo Vilariño de Conso Senderismo Invernadoiro Vilariño de Conso

2. Los senderos de Vilariño

Uno de los dos motivos por los que la gente suele venir hasta aquí es el entroido, el otro es la naturaleza. En este paisaje casi intacto (si no fuese por los embalses), todavía es posible ver corzos, conejos, perdices y todo tipo de aves, y además cuenta con distintas rutas en las que disfrutar la naturaleza.

Nosotros recorrimos los 2 kilómetros que separan el pueblo de Vilariño con la Fervenza do Cenza por caminos de tierra (algunos tramos asfaltados) y pasarelas de madera, paseamos entre pozas, castaños y campos de cultivo… A nuestro paso, algún alpendre, caballos y colmenas, y siempre un magnífico paisaje natural alrededor.

Sin duda un gran aperitivo para lo que podemos encontrar en el Parque Natural de O Invernadeiro, que también pertenece a Vilariño de Conso, pero que por su especial nivel de protección sólo puede ser visitado con autorización previa.

 

3.- Las cascadas y las pozas

A lo largo de la ruta hacia la cascada, os encontraréis distintas pozas y pequeñas cascadas del río. No son las únicas, en la parte superior de la cascada (el acceso es separado desde la carretera) se encuentran la «Ola do Cenza», una poza única (no es recomendable el baño, ya que se desconoce su profundidad y la caída del agua puede generar remolinos) que con su forma circular casi perfecta, crea el primer salto de esta cascada.

No es el único, se trata de la cascada con caídas no directas más alta de toda la comunidad, con más de 100 metros de desnivel que salva en varias caídas. Y que es posible apreciar mejor desde el otro lado de la carretera.

Ojo, que no es la única cascada del ayuntamiento, los ríos Camba, Conso y Cenza ofrecen numerosas cascadas, algunas de las cuales se pueden disfrutar durante todo el año, como esta del Cenza.

embalse Vilariño de Conso

4.- Los embalses

Aunque los embalses han resultado devastadores para algunos de los paisajes más significativos de toda Galicia y, especialmente en Vilariño de Conso (hay campos de morrenas escondidos debajo de las aguas, así como algún que otro puente y numerosas fincas que hace años daban de comer a los habitantes de la comarca), hoy en día conforman una de las instantáneas más identificativas del ayuntamiento.

Las fotos, impresionantes a todas las horas del día, no son el único motivo para acercarse a ellos. El embalse de As Portas es, por ejemplo, un embalse de records: tiene la presa más alta de Galicia (141 metros de alto con un muro que roza el medio kilómetro de largo) y es el segundo más grande de toda la comunidad autónoma. Cuentan, además, que la limpieza de su caudal lo ubica entre los mejores de toda Europa.

Además, es posible bañarse en las aguas de algunos de ellos, como en el embalse del Cenza, que forma una especie de mar interior con aguas cristalinas (y no tan frías como cabría esperar en estos parajes, o al menos no después de meter la mano en las pozas que bajaban de la cascada del Cenza de la que os hablaba en la postal anterior).

mariposas galicia

5.- Los soutos centenarios, los insectos, las aves…

La cercanía de una de las Reservas de la Biosfera gallegas más icónicas no pasa desapercibida al visitar Vilariño. Basta con levantar la vista para descubrir grandes aves, como ese milano de arriba (corregidme si me equivoco, aunque esa cola…), pero también numerosas mariposas, algún escarabajo aceitero y nos cuentan que numerosos mamíferos también.

Los soutos que rodean sus pueblos, como los que hay alrededor del alojamiento rural Casa de Anamá en Entrecinsa, son otro lugar en el que apetece perderse y desconectar del mundanal ruido. Son tan bonitos y tan icónicos de esta zona, que incluso hay un sendero que se llama Ruta dos Soutos (PRG118), circular y de unos 11 kilómetros que parte de Vilariño de Conso (con una variante que va hasta el otro lado del Encoro do Bao).

Además, cuentan con un más que interesante centro de interpretación de setas y hongos, el Centro de Interpretación del Cogumelo, justo al lado del albergue, donde podemos aprender más sobre todas las variedades de setas que crecen en Galicia (y algunas recetas también.)

La entrada es gratuita, pero con cita previa (en horario de oficina).
Teléfonos: 988340302// 988340410

6.- Las tradiciones

En los pueblos de Vilariño de Conso todavía hoy se viven las tradiciones de antaño. No me refiero sólo a comer recetas típicas o a vivir del pastoreo, que también, sino a mantener vivos elementos que en muchas otras partes de Galicia ya se han abandonado al desuso o a la curiosidad turística. El horno comunal, por ejemplo, todavía se usa para asar un magnífico cabrito de la zona en las celebraciones de los habitantes de Castiñeira. Y el molino podría moler mañana mismo 10 kilos de maíz para una deliciosa empanada casera.

Tradiciones que es posible vivir de primera mano en el Entroido (carnaval), pero también a través del Museo Etnográfico que se puede visitar en el ayuntamiento. El museo, con una colección sorprendente de los enseres tradicionales de la zona, cuenta con una fantástica visita guiada (la entrada es gratuita y la visita siempre se hace con guía) en la que descubrir, por ejemplo, su lareira, los oficios de antaño o las piezas típicas del «boteiro» la figura tradicional del carnaval de Vilariño.

El museo está abierto de martes a jueves en horario de mañana y tarde, los sábados solo por la tarde. (Si estuviese cerrado, hay un timbre a la izquierda donde atienden en horario de visita.)

7.- El entroido de Vilariño de Conso

El carnaval no es un tema menor en la provincia de Ourense, y en aquí cuentan con uno de los ocho grandes Entroidos considerados «Fiesta de Interés Turístico». La fiesta comienza el jueves de compadres y tiene su día grande el domingo de Carnaval en el que «boteiros» y «folións» desfilan en la «fuliada» que se celebra en las calles de Vilariño.

El que veis en la postal es el «boteiro». Acompañan a este traje de cintas y colores, una máscara (que cambia según la aldea de la que sean) y una «pantalla» (una especie de gorro llamativo típico en los carnavales gallegos). En Castiñeira, donde tuvieron la deferencia de vestirlo para que viésemos como era, el traje es propiedad comunal y todo un honor ser el boteiro en las fiestas de ese año.

Ojo, la fiesta coincide con la Fiesta del Cabrito (sí, de ese magnífico cabrito asado en horno tradicional), así que es de no perder.

8.- Gastronomía

Sí, el de arriba es el horno tradicional de leña (y comunal) de Castiñeira. Pero no es lo único que no te puedes perder en tu visita a Vilariño. Cosa que a estas alturas ya habrás descubierto. La postal puede que no refleje todos los sabores y olores, pero una visita a Vilariño no tendría sentido sin:

  • probar el Montonico (milhojas de dulce de leche y merengue), un dulce típico del carnaval que preparan, junto con otros panes, bicas y dulces tradicionales, en Panadería Guerra, en el mismo Vilariño de Conso. Dulce, contundente y sabroso, para recuperar fuerzas tras recorrer los paisajes del ayuntamiento.
  • o los embutidos tradicionales elaborados con Porco Celta, como los que elaboran en Manzaneda, muy cerquita de aquí, los chicos de Embutidos Hervella (el chorizo picante, espectacular).
  • y los vinos de emprendedores locales apasionados por esta tierra, como el fantástico Ribeira Sacra de la zona de Bibei Xiana (solo lo venden en A Pobra de Trives y en algunos locales seleccionados) o los Valdeorras de d’berna. Y las cervezas Curriña, el vermú de Nordés y los licores locales (bravús pero autóctonos).
  • sin olvidar los quesos de Touza Vella, que desde la no tan lejana Castro Caldelas, elaboran uno de los quesos galardonados en la última World Cheese Awards. Por cierto, los elabora una cooperativa que cuenta con sus propios rebaños de cabras, con cuadra abierta y pastoreo libre.
  • las mermeladas hechas con los arándanos y frutos que recogen en la productora local Vilaberries.

 

Ah, por cierto… ¿He dicho cabrito? Vale, va quedando claro.

9.- Morrenas de Chaguazoso

Esas piedras de la postal (las piedras, no las ovejas, ni el perro, ni el pastor) se llaman morrenas y son los restos de sedimentación de un glaciar. Sí, un glaciar que estuvo aquí hace al menos unos 15.000 años y que definió la configuración de la cuenca de los ríos Conso y Cenza.

Aquí, concretamente en la aldea de Chaguazoso, la aldea de mayor altitud de Galicia (hay teorías de que no es la de mayor altitud, pero a mí me suena a la película de El Inglés que subió una colina pero bajó una montaña) se encuentran las morrenas de Chaguazoso. Rocas casi redondas que definen un paisaje peculiar y que, antes de que hubiese embalses por aquí, llenaban todo el valle.

Merece la pena subir hasta arriba, siguiendo el paso del rebaño para descubrir unas vistas sobre el valle y gran parte de la provincia de Ourense y las limítrofes Portugal y Castilla y León.

 

Dormir en Vilariño de Conso:

Como podéis imaginar, Vilariño no dispone de una gran oferta hotelera, es lo bueno y lo malo de ser un destino tan poco conocido (aún). Pero eso no impide que haya (muy) buenas opciones para alojarse allí mismo y disfrutar de sus paisajes y de la tranquilidad que lo caracteriza.

Una de estas opciones es el recientemente renovado Albergue. Con dos zonas, una con habitaciones compartidas (con literas) y otra con habitaciones privadas con baño incluido, puede acoger hasta 32 personas y cuenta con su propio comedor y sala de estar, todo acondicionado para personas con movilidad reducida. El albergue está dentro del propio pueblo de Vilariño de Conso, al lado del área recreativa y la playa fluvial en el cauce del río Cenza. Un buen sitio para relajarse y también para descubrir algunas curiosidades del municipio, como el Centro de Interpretación del Cogumelo, que está a un lado del albergue.

Casa de Anamá

Otra gran opción es Casa de Anamá, que es donde os contaba que hicimos la cata de vinos (más arriba). Y, aunque no está justo en el pueblo de Vilariño, sino en Entrecinsa, perteneciente al concello, es un lugar tan especial que merece la pena alejarse un par de kilómetros para disfrutar de la casa y su entorno.

Rodeada de castaños centenarios, esta casa rural de unos 200 años y solo 3 habitaciones, ha sido restaurada con muy buen gusto y comodidades, devolviendo su esplendor a la que fue en su momento una de las principales casas del pueblo. Desde su balcón, nos cuentan, tocaba la banda en las fiestas, y cuenta con interesantes ejemplos de arquitectura popular a su alrededor. La encontraréis en los principales portales web.

 

Sobre este viaje:

Este viaje fue parte del blogtrip Destino Vilariño, que llevó a esta espectacular pero desconocida zona de Galicia a un grupo de blogueros gastronómicos y de viajes para descubrirlo con todos los sentidos. Nuestro agradecimiento a Melisa Macía Dominguez, alcaldesa de Vilariño de Conso y al equipo de Cen Palabras por la invitación a GaliciaTB para conocer este precioso ayuntamiento y ayudarnos a descubrir más de nuestra impresionante Galicia.

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