Entrevista a Paula de ‘Seis Maletas’

23 Feb Entrevista a Paula de ‘Seis Maletas’

Hoy no os hablamos de viajes, hoy hablamos de nosotros.

Para que sepáis quién está detrás de cada blog de GaliciaTB y nos conozcáis un poquito más, hemos respondido a unas preguntas muy viajeras que iremos publicando de cada soci@.

Hoy le toca el turno a Paula, del blog ‘Seis Maletas’.

1.- ¿A dónde fue el primer viaje que recuerdas?

Tengo imágenes en la cabeza de viajes hechos a Portugal siendo muy pequeña, concretamente a Valença do Minho, pero el primer viaje que recuerdo más o menos con claridad fue con 6 años. Fui con mis padres y un amigo de la familia a visitar a mi padrino a Alicante POR CARRETERA. Tardamos la vida en llegar, íbamos en un coche sin aire acondicionado y casi morimos achicharrados, pero fue muy divertido. Una vez allí, recuerdo entre otras cosas parques acuáticos, bañarme en el mar de noche, ver por primera vez medusas de tamaño considerable, erizos de mar y nadar en agua a buena temperatura.

2.- ¿Qué es lo que nunca falta en tu maleta o mochila?

El móvil, la cámara de fotos (aunque de momento solo tengo una compacta corriente), una guía del lugar al que voy y el libro electrónico.

3.- Si sólo pudieses elegir un destino, ¿cuál recomendarías?

No conozco muchísimos países porque casi todo lo que he viajado ha sido por estar viviendo en otro país, así que me limito a conocer relativamente bien la zona/el país en donde vivía. Siendo así, puedo recomendar los Alpes sin ningún tipo de duda y cualquier lugar de Italia. Todo lo que conozco me parece increíble.

4.- Con quién te gusta viajar: ¿solo, en pareja, con amigos, en familia…?

Me gusta de cualquier forma, cada viaje es distinto. De todas formas, como decía antes mi experiencia viajera ha sido casi siempre desde la perspectiva de vivir en otro país, al que casi siempre me iba sola, pero donde hacía amigos, y luego además me visitaba mi familia.

5.- ¿Cuál ha sigo la peor experiencia viajera que has tenido?

Es difícil de decir, pero quizás diría Marruecos. No fue una mala experiencia en absoluto, de hecho fue un viaje que me aportó muchísimas cosas (entre ellas, conocer a mis compañeras de Seis Maletas, a un montón de gente fantástica y descubrir un país muy distinto a lo que conocía en Europa), pero prácticamente lloré todos los días del viaje. Si no era por el bebé gato hambriento que me había encontrado maullando en la terraza de un bar (y al que terminé comprándole comida), era por el bebé de una familia nómada del desierto que no paraba de sonreír mirando a una compañera mía o era por los burros que cargaban con unas seis bombonas de butano por la medina de alguna ciudad. Se me hacen muy duras ciertas situaciones y por eso tengo cierto respeto a los viajes a ciertos lugares en los que puedo llegar a ver cosas peores. Quiero ver el mundo entero, pero sé con certeza que lo voy a pasar mal. Qué le vamos a hacer…

6.- ¿Qué tiene que tener un viaje para que sea perfecto para ti (arte, naturaleza, música, compras…)?

Me gusta que mis viajes tengan un poco de todo, pero sin duda ganan infinitos puntos si puedo ver algún espectáculo artístico interesante (por ejemplo, vi el musical de “El rey león” en Madrid y “Billy Elliot” en Londres) y si tengo la posibilidad de hacer actividades deportivas distintas a lo que puedo hacer normalmente estando en casa (kayak, rafting, descenso de cañones, snorkel, esquí, raquetas de nieve).

7.- ¿Cuál es ese sueño viajero que todavía no has hecho realidad?

Australia y Nueva Zelanda, y cualquier isla de Oceanía. Desde pequeña son una especie de obsesión, así que espero viajar allí pronto. Estuve a punto de marcharme a trabajar a Brisbane, Australia, pero por cosas de la vida tuve que rechazar la oferta. Es una espinita que tengo que quitarme pronto…

8.- ¿Te gusta llevar bien organizados tus viajes o eres más de improvisar sobre la marcha?

Me gusta llevar cierta planificación, es decir, haber leído sobre lo que puedo ver aquí y allá y hacerme una lista de cosas que me interesa visitar, pero no planifico las cosas hasta el punto de saber qué voy a estar haciendo el día número 5 de mi viaje a las 16:30 de la tarde. Que surjan cosas también es interesante y le añaden un poco de emoción al asunto.

9.- ¿Qué es lo que más te gusta de tener un blog de viajes? ¿Y lo que menos?

Me gusta tomármelo como una especie de diario personal en el que voy almacenando recuerdos de viajes que he hecho. Me gusta leer entradas pasadas y descubrir cómo ha cambiado mi sensación hacia los destinos de los que hablo con el paso del tiempo. A veces llegas de un sitio con los sentimientos a flor de piel y eso hace que las entradas tengan más carga emocional que si las hubieses escrito meses después. Por otra parte, me gusta la posibilidad que da de conocer gente interesante y con aficiones similares a las mías que me pueden enseñar/aportar muchas cosas y sugerir destinos.

Lo que menos me gusta es el hecho de que llevar un blog y sus respectivas redes sociales entre seis es bastante complicado. Coordinarnos estando cuatro en España y dos en Latinoamérica (bueno, ahora tres y tres, ya que Carmen está viajando en furgoneta por Latinoamérica) y cada una con su trabajo, agenda y responsabilidades es difícil. Por otra parte, no me gusta el hecho de que no tengamos la posibilidad de hacer viajes juntas más a menudo. Si hay algo bonito en un blog grupal es precisamente el viaje grupal, y desde Marruecos no hemos vuelto a juntarnos las seis.

10.- ¿Te has llevado alguna vez una decepción viajera? Y ¿algún descubrimiento inesperado?

Marrakech me decepcionó. Me pareció una feria para turistas considerable, con bastantes cosas que me molestan, por cierto, y sin duda alguna me esperaba otra cosa. Sin embargo, sí me sorprendió gratamente el resto del país, así que podría contarlo como descubrimiento inesperado. Pero si tengo que mencionar descubrimientos en otro país que no sea Marruecos, cuando vivía con mi novio en los Alpes franceses decidimos irnos de fin de semana a Turín en una ocasión y fuimos en coche, todo por carretera. Subiendo, subiendo un puerto de montaña en la frontera entre Francia e Italia nos encontramos con el Mont Cenis (Moncenisio en italiano), un macizo impresionante con un lago que nos dejó con la boca abierta. No esperábamos encontrarnos eso de camino y la verdad es que fue toda una sorpresa.

11.- ¿Qué es lo que te motiva a la hora de escoger un destino?

Me gusta mucho viajar por países de los que hablo el idioma o al menos sé un poquito. No puedo evitar fijarme en todos los carteles para aprender palabras nuevas o usar cualquier excusa para hablar con la gente. De todas formas, no es el motivo fundamental por el que viajo a algún sitio. Otras veces simplemente necesito viajar a sitios para desconectar totalmente y disfrutar del clima (Canarias, por ejemplo) o me planteo viajar a donde haya una buena oferta, sin preocuparme mucho por el destino en sí mismo.

12.- ¿Qué es lo que te impulsa a viajar?

Supongo que la curiosidad. El mundo es muy grande, tiene cosas fascinantes y la vida es muy corta y solo tenemos una. Quiero aprovechar la vida lo mejor posible y cuando sea mayor tener la sensación de que he disfrutado, he vivido y he visto mucho. Desde mi punto de vista, no merece la pena pasarse la vida pensando que el lugar en el que vives es lo mejor del mundo entero sin haber contrastado antes esa opinión.

13.- ¿Qué les dices a todas aquellas personas que cuando desvelas la fecha de tu próximo viaje, te dicen eso de: «¿Otra vez? ¡Qué bien viven algunos! ¡Debes de estar forrado!»?

Para empezar, que no tengan hijos, jajaja. No, en serio. No tener responsabilidades de ese tipo te dejan ser libre para disponer de tu tiempo y de tu dinero como mejor te parezca. Está claro que siempre se puede viajar en familia, pero siempre estás más limitado en cuanto a fechas y demás y, salvo que seas un millonetis, tampoco creo que sea fácil pagar cuatro billetes de avión, alojamiento y comida para 15 días en Canadá, por ejemplo.

Por otra parte, mi situación es compleja, ya que soy autónoma y tengo la fortuna de trabajar en casa. Puedo cogerme vacaciones cuando me venga en gana o cuando encuentre un chollazo a precio de risa. Está claro que tengo que tener en cuenta que, mientras esté fuera, no cobro, pero suelo compensarlo aceptando más trabajo antes o después del viaje. Por otro lado, mi trabajo me permite irme a vivir a donde quiera con tal de tener conexión a Internet, cosa que no se puede hacer con cualquier trabajo.

Antes cuando vivía y trabajaba como profesora en el extranjero también oía eso de “Qué suerte, que vas aquí o allá”, pero claro, para viajar aquí o allá había tenido que aceptar irme a trabajar al extranjero, no es que estuviese de vacaciones. En esos casos tomas la decisión de marcharte y es posible que te cueste o lo pases mal, pero luego te trae cosas buenas, como por ejemplo la de conocer nuevos lugares.

14.- Para terminar, dinos:

• Una ciudad: me suelo debatir entre Londres, París y Roma, que me fascinan, pero me voy a decantar por Annecy, en los Alpes franceses. Llaman a la ciudad “la Venecia de los Alpes” por sus canales y sus casas de colores, y es realmente alucinante. Tiene un lago inmenso y azul que es uno de los más limpios de todo el país. Doy fe, es una pasada.
• Una playa: Melide, en Cabo Home. Tiene unas vistas increíbles a las islas Cíes y un pinar fantástico con mesas para comer bien fresquito a la sombra.
• Un museo: el museo de brujería y de la Santa Inquisición de Potes (Cantabria). Es ideal para pasar un poco de miedo, sobre todo si estás viendo la exposición totalmente solo como fue mi caso.
• Un medio de transporte: una autocaravana o una furgoneta camper. Me aburro soberanamente viajando por carretera, pero en vehículos como estos es otra cosa.
• Un plato: la tartiflette en versión vegetariana (sin bacon).
• Un rincón de la naturaleza: los Alpes. No es que conozca cien mil lugares, pero de todo lo que he visto, no hay nada comparable.

Esperamos os haya gustado, podéis comentar y dejar vuestras preguntas a Paula. También os invitamos a seguir sus viajes en Seis Maletas.

GaliciaTB

Asociación de bloggers de Viajes de Galicia

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