10 escapadas románticas para disfrutar de San Valentín

29 Ene 10 escapadas románticas para disfrutar de San Valentín

Aún con las Navidades en nuestras cabezas, nos toca pensar en otra festividad más o menos importante en donde podemos tener un detallito con esa persona especial, el 14 de febrero se celebra San Valentín.

Aunque una de las frases típicas cuando se acerca esa fecha es la de que todo es un negocio y que fue inventada por los grandes centros comerciales, lo cierto es que esta festividad tiene su origen en el Imperio Romano. La elección de la fecha pudo haber sido porque en esta época es cuando los pájaros que habitan los países nórdicos se juntan y aparean.

Aunque en España se conoce más como el día de los enamorados, en muchos países también se amplia a la amistad. Sea como sea, siempre es una buena oportunidad para agasajar a nuestros seres más queridos y, por eso, los socios de GaliciaTB queremos daros unas cuantas ideas:

1.- Eva de Una idea, un viaje

Si lo que buscas para San Valentín es un lugar de cuento y rodeado de naturaleza, te recomendamos un hotel rural con mucho encanto. Torre Do Río, en la provincia de Pontevedra y muy cerquita de Caldas de Reis está situado en un emplazamiento mágico. Personalmente, la habitación en la que nos quedamos es una de las más bonitas en las que he estado nunca, decorada con un gusto exquisito y donde todo estaba muy cuidado, hasta el último detalle. Es un lugar ideal para descansar y pasar un fin de semana tranquilo en un ambiente extremadamente acogedor.

Los alrededores del hotel son perfectos para dar un paseo cuando hace frío y salir a tomar el sol o una rica merienda en veranito. Además, el desayuno que proporcionan con la estancia es un buffet muy completo que se compone de deliciosos dulces caseros, mermeladas, frutas, embutidos y todo tipo de panes.

Si tienes oportunidad, no dejes de visitarlo, ¡te encantará!

2.- Verónica de Deambulando con Artabria

Si pensamos en el amor, seguramente nos vendrán a la mente los amantes más famosos del mundo, Romeo y Julieta y su ciudad de origen, Verona.

Tuvimos la oportunidad de conocer esta bella ciudad italiana allá por el año 2011. Llegamos en un vuelo low cost a Bérgamo y desde allí cogimos varios trenes que nos llevaron a Venecia, Milán…Si ya Italia es un país romántico de por sí, recorrerla en tren es el súmmum del romanticismo.

Verona nos encantó desde el momento en el que pusimos el pie en su estación. Para una visita exprés os recomendamos el Castelvecchio y su puente, la plaza Bra con el impresionante anfiteatro romano, la Arena (en el que todavía hoy se representan espectáculos como la ópera), las plazas Erbe y Signori, el Castillo de San Pietro (desde donde obtendrás una panorámica perfecta de la ciudad) y, por supuesto, la casa de Julieta.

3.- Sabela de Viajando. Imágenes y sensaciones

Óbidos, situado al oeste de Portugal, es una pequeña ciudad fortificada cargada de interesante historia y un destino perfecto para una escapada en pareja. Resulta un lugar muy romántico, sobre todo si te coinciden las buganvillas en flor, entonces ya es una auténtica delicia pasear por sus callejones estrechos y empedrados.

Dentro de sus muros podrás visitar varias iglesias, la preciosa Porta da Vila, con sus azulejos pintados azules tan característicos, el castillo (hoy en día una Pousada) y lo mejor, perderse por sus calles laberínticas y saborear los diferentes vinos en cualquiera de sus bonitos restaurantes.
En julio, y durante 16 días, se celebra uno de los mercados medievales más bonitos y mejor ambientados que he visitado. Para los más golosos tienen una cita del 31 de marzo al 25 de abril para visitar su Festival Internacional del Chocolate.

Para más información: http://www.obidos.pt/

4.- María de Maruxaina y su mochila

Para lo poco romántica que soy yo si tuviese que recomendar un sitio en plan amor me iría a Francia. Tranquilos a París no, o sí, pero no en plan foto Torre Eiffel y eso. Será que no soy objetiva pero me gusta todo de este país y en la mayoría de sus pueblos puedes encontrar decorados de cuento, preciosos y silenciosos restaurantes y habitaciones de las que no querrás salir.

Y aunque es difícil elegir me iría a Alsacia, en la frontera con Alemania, a la que perteneció durante varios momentos de la historia. Pero para historia, la de amor que aquí podreis tener, y sino es el caso, el escenario es perfecto para encontrarla. Callejuelas empedradas, casas de entramados de madera con ventanitas súper decoradas, limpísimos gatos que te miran y puentes porque siempre hay un río que cruzar.

Zona de castillos medievales en los que sentirte de lo más cursi, hacer fotos de súper amor y posado (podeis ver un claro ejemplo en la que ilustra este texto) y creerte una princesa afortunada porque el estar con tu príncipe lo es todo. Y además con una rica gastronomía, postres que endulzarán aún más la velada y unos vinos que harán que olvides todos los posibles defectos de tu amad@.

Eso sí, ojo si elegís Colmar, su símbolo es una cigüeña, las encontrareis por todas partes y ya sabeis lo que eso significa.

¡Feliz San Valentín! ¡Y que dure todo el año! 🙂

5.- Miguel Ángel de Planeta Tour / Planeta Estambul

Estambul es una ciudad llena de rincones para amar y aprender a ser amado, pero si tuviera que elegir el lugar más romántico de la ciudad este sería sin duda Ortaköy.

Ortaköy y su célebre mezquita imperial es una de las estampas más fotogénicas de Turquía, de hecho este templo barroco, que desafía al Bósforo con sus dos minaretes, es habitual portada de libros, revistas o postales y no es raro ver a sus pies a pintores que buscan captar su esencia a través del pincel. El momento más especial para conocer este barrio marinero es de noche cuando la iluminación nocturna de la mezquita se mezcla con la del cercano puente que cruza el Bósforo creando una atmosfera de poderoso encanto.

Las vistas, el olor a mar y el animado ambiente nocturno de sus decenas de bares y restaurantes, lo convierten en el lugar ideal para enamorarse y para descubrir aquello que muchos conocemos como la pasión turca.

6.- Millán de El blog de Millán Dasairas

Venecia, Paris, Roma… Seguro que son los primeros destinos que se te vienen a la cabeza si te pregunto a donde te llevarías a tu pareja por San Valentín. Y son desde luego excelentes opciones para unos días de arrumacos, cenas románticas y todo lo que pueda ocurrir después, pero… ¿No es romántico cualquier rincón con tal de que estés con quien más quieres?

Mi recomendación personal para una escapada de amor loco y desenfrenado es Amsterdam! ¿Por qué? ¡Porque lo tiene todo! Paseos en barcaza por los más importantes canales de la ciudad, restaurantes increíbles en la zona de Leidseplein donde pasar una agradable y relajada velada, paseos en bici por el centro o simplemente la oportunidad de tirarse bajo el sol en uno de los muchísimos parques y zonas verdes de la ciudad (ni se te ocurra perderte el Vondelpark) y dejarse embriagar por la suave brisa a la sombra de un árbol.

¿Que no te van estos rollos romanticones? ¡Pues no te cortes! Visita un coffee shop en pareja o tomate unas cervezas en algún pub o bar de la zona de Spuistraat! Si te va la música en directo, no lo dudes, el Heineken Music Hall o la sala Paradiso son algunas de tus mejores bazas. Ya te garantizo que no será por falta de opciones, simplemente disfrutadlas juntos 😉

7.- Rocío de Un plan infinito

Siempre que hablamos de romanticismo vienen a mi mente los verdaderos románticos. Así que al tratar de imaginar un lugar romántico, surgen en mi mente castillos en ruínas, acantilados y cementerios… (Si pasáis por Madrid y queréis tener un día realmente romántico os recomiendo visitar el Museo del Romanticismo, en la calle San Mateo; un lugar donde por tan sólo 3 euros te sumergirás en el auténtico romanticismo.)

Pero si lo que buscamos es un lugar acogedor donde vivir nuestro romanticismo, la idea se aleja bien de ruínas, tormentas y acantilados… Si lo que buscas es un lugar tranquilo y apacible que todavía conserve la delicadeza y la belleza refinada de antaño, te recomiendo una visita a la Isla de la Toja «Illa da Toxa».

Nada hay más romántico que una isla y si encima esa isla está unida a la península por un precioso puente por el que puedes pasear, mientras escuchas el sonido de las olas contra las rocas y comtemplas el mar, luego cenas un mariscada para dos a la luz de las velas en un estupendo restaurante de la zona y te das un masaje relajante en el balneario o el centro de talasoterapia mientras te alojas en uno de los preciosos hoteles de la isla donde seréis tratados como auténticos rajás, que más se puede pedir… En época baja suele haber bonos de fín de semana con circuitos termales o masaje incluídos por muy poco; no te saldrá caro tener un detalle romántico con tu pareja…El panorama no puede ser más perfecto, ahora sólo falta que tú pongas de tu parte y saques todo el romanticismo que llevas dentro…pero sin llegar a ser empalagos@ ,que eso siempre asusta.

8.- Abel de Cabo Norte

Si me preguntases por un lugar excepcional para sorprender a tu pareja en una escapada, que sea bonito, cercano, especial y no muy caro, sin duda te recomendaría el Bosque de O Buçaco.

Situado en el centro de Portugal, a poca distancia de Coimbra, O Buçaco es un destino que no deja indiferente a nadie. Su frondoso bosque, con multitud de especies vegetales, lo podemos contemplar mientras paseamos por muchos de sus caminos bien señalizados, algunos incluso sobre escalinatas de piedra o junto hermosos jardines. Pero O Buçaco tiene también algo imprescindible para pasar unos días en pareja: Un alojamiento con encanto. Se llama el Palace Hotel, y es de estilo neomanuelino, que te hace retroceder en el tiempo hasta principios del siglo XX, época en el que este destino estaba de moda entre la nobleza europea. Hoy en día, y aunque tiene 5 estrellas, es un hotel que no es muy caro para lo que ofrece, ya que es frecuente que tenga buenas ofertas. Sin dudarlo, O Buçaco es un buen lugar para disfrutar con tu pareja.

9.- Carmen de Escapalandia

Si pensamos en Suiza probablemente nos vendrán a la mente las verdes montañas de Heidi, el chocolate Milka y los miles de gallegos que emigraron allí a lo largo del siglo XX. Pero este pequeño país y su modo de vida tienen también otro exponente que es la tranquilidad que allí se respira. Una escapada con peques al aproximarse San Valentín requiere descanso y quietud, precisamente el contrapunto al ritmo rápido que nos marcan los niños. Así que este año nos escapamos a conocer dos localidades del país helvético.

Encontrar un vuelo a este país desde Galicia no es difícil, y alquilar un coche incluso con sillita infantil y GPS no es excesivamente caro. Los límites de velocidad son bajos, pero esto nos permite disfrutar del bellísimo paisaje que nos ofrece Suiza. Muy cerca de Zurich están Lucerna y Zug, nuestros dos objetivos para esta escapada. El primero por ser la ciudad más turística de Suiza y el segundo por ser un pueblo tranquilo junto al lago y menos concurrido.

Si optamos por hacer el recorrido por carretera en lugar de autopista, unos 50 kilómetros, no nos perderemos detalle de cada ascenso, curva y bajada por las montañas. Kilómetros de campo, nieve, y las tradicionales casas suizas, de madera y con maceteros en las ventanas. En este país se cuida mucho la estética e incluso los galpones o cobertizos de las granjas están perfectamente adecentados.

Aunque en general resulta caro, Suiza es un país excelente para viajar con niños. Con una tasa de natalidad bastante superior a la española y una cultura bien diferente en este tema, allí es muy habitual ver padres jóvenes con dos o tres hijos. Por consiguiente, las ciudades cuentan con muchos parques y espacios abiertos adaptados a los niños, y es muy común que los restaurantes o tiendas tengan un pequeño espacio «kids lounge», cambiador, tronas, juguetes, etc. Eso sí, como padres experimentados no nos fijamos metas en cuanto a monumentos o cosas que ver, sino que callejeamos tranquilamente y al ritmo de ellos.

Como en tantas otras ciudades europeas pasear por el centro de Lucerna sin toparte con un buen número de turistas es complicado pero si te gusta perderte encontrarás rincones con mucho encanto solo para ti. El Kapellbrücke es el puente de madera más viejo de Europa y podrás verlo en todos los folletos turísticos de este país. En torno al río Reuss y el lago Vierwaldstättersee se entrecruzan mil calles con edificios muy antiguos y en perfecto estado de conservación. Cada fachada, cada rincón, tiene algún detalle que apreciar, y es prácticamente imposible ver una casa en estado de abandono. Son increíbles las torres con afiladas agujas y su característico reloj, precisamente en el país donde parece que el tiempo tiene poca importancia.

Hay bastantes lugares con mucho encanto donde comer en el centro de Lucerna, nosotros optamos por un restaurante tradicional donde aparte de ser muy amables y tener unos horarios laxos con los turistas contaban con un rincón con tele y videojuegos para los peques. Después, si hay que echar unas carreras, hay un parque muy agradable en Mussegstrasse, algo apartado de las zonas más concurridas. Para merendar hallamos un salón de té con una pastelería espectacular.

Para los amantes de la tranquilidad y el turismo alternativo, es muy recomendable la pequeña ciudad de Zug, donde ya es bastante más complicado cruzarse con alguien no residente, lo cual permite una visita más tranquila y auténtica. Está a unos 30 kilómetros de Lucerna. Pasear junto al lago de Zug puede resultar muy estimulante a cualquier hora del día. Hay un gran parque infantil en la misma orilla, y a pocos metros un minizoo de aves con algunas figuras curiosas para los más pequeños.

Hay bastantes bares y restaurantes en esta zona, y también es fácil encontrar aseos públicos impecables -interesante en una ciudad donde un agua cuesta casi 5 euros-. Si tienes que aparcar el coche busca en las zonas pintadas de blanco y numeradas de la calle, pulsando tu número en el parkímetro te dirá el tiempo que llevas aparcado y podrás pagar entre medio franco y dos por lo que no es tan sumamente caro como un parking.

En verano mucha gente se baña en el lago usando los embarcaderos y tumbándose en el césped a tomar el sol, una idea refrescante dadas las temperaturas que puede haber en estas zonas en esta época del año. En invierno hay que abrigarse más, pero la visita tiene otros alicientes como patinar sobre el hielo o comer al calor de algún restaurante ubicado en un edificio medieval, con sus vigas de madera a la vista pintadas de colores.

10.- Noelia y Jan de Woman to Santiago

Es bien sabido que el Camino de Santiago además de ser una experiencia única, es lugar donde muchos peregrinos se han conocido y han terminado teniendo una relación sentimental. Nosotros tenemos la anécdota de haber conocido durante el Camino de Santiago a Fisterra, a una pareja alemana que tras conocerse haciendo la ruta de peregrinación, decidió casarse. Tras 25 años de aquello, volvieron para celebrar sus bodas de plata. Y justo en el Cabo Fisterra fue donde nos los encontramos brindando por ello.

El “fin de las tierras conocidas”, un lugar que cada día se convierte en un punto de reencuentros. Las caras te son conocidas, alguna vez caminaron a tu lado días atrás. Allí te das cuenta verdaderamente de que nunca caminaste sólo. Sonríes al recordar todas y cada una de las anécdotas pasadas, porque cada persona sentada sobre el acantilado mirando fijamente hacia el oeste, es dueña de alguna que compartió desinteresadamente contigo.

Y al caer el sol, un brindis general, un último fulgor y el estruendo de un aplauso al morir el día y nacer al Camino. ¿Puede haber algo más romántico? Seguro que sí, pero para nosotros esos recuerdos y ese paisaje quedarán indelebles en nuestra memoria.

GaliciaTB

Asociación de bloggers de Viajes de Galicia

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